Compartimos con vosotros un inspirador testimonio de una paciente de bulimia a la que, afortunadamente, hemos dado el alta recientemente en CENTRUM Psicólogos. Felicidades Paloma, gracias por tus palabras y por confiar en nosotros.
¡Lo conseguÃ! SÃ, tras veinte años de sufrimiento, veinte años de aprendizaje, veinte años de mi vida. Es complicado para mà plasmar en unas pocas palabras todo lo que me gustarÃa contaros:
Con quince años comencé a tener problemas de alimentación y de eso hace ya mucho tiempo. Poco después me diagnosticaron un trastorno de alimentación que hoy ya es muy conocido y más aceptado, pero no entonces: Bulimia. Comencé con tratamiento psicológico, por entonces la terapia conductual era lo que se solÃa usar en estos casos y tratamiento psiquiátrico con Prozac. Aquello no funcionó.
Cambié de ciudad y de tratamiento, eran distintos profesionales pero el protocolo muy parecido y mientras tanto yo deseaba desaparecer dÃa sà y dÃa también. Lo intentaba y volvÃa a caerme, volvÃa a intentarlo y volvÃa a caerme y asà hasta llegar a no creerme a mà misma, a infligirme castigos y despreciarme con todas mis fuerzas…
Después estuve en tratamiento con otra psicóloga y tampoco funcionó. Yo seguÃa y seguÃa luchando por recuperarme aunque perdÃa las esperanzas y mi dolor sentÃa que se iba sumando y sumando…
Me emociono escribiendo esto porque ha sido muy duro, mucho, pero hay salida. De veras, SE PUEDE SALIR.
Estoy feliz, estoy muy feliz, ¡no me lo puedo creer! Cada dÃa cuando me levanto doy gracias, es increÃble. No sé realmente cómo ha sido pero Francesca ha sido capaz de entenderme perfectamente. Su perspicacia y profesionalidad me han hecho salir de esto. Ella me dice que es cosa de las dos, yo sé que es asà pero también sé que ha sido quien únicamente me ha ayudado a ver lo que no veÃa y tampoco pudieron mostrarme otros profesionales. Sabe perfectamente localizar dónde está la causa, la raÃz. Ella trabaja desde la causa, desde donde se genera el problema.
Me ha enseñado a quererme, a no luchar contra mà misma, a ser más feliz, a ser más flexible, a aceptarme…
Sólo puedo decir que no perdáis la esperanza, que sigáis intentándolo, que se puede y que la vida es maravillosa después, creedme, aunque haya problemas cotidianos (que los hay). La vida se ve con otros ojos.
Gracias Francesca por haberme ayudado tantÃsimo, por todo tu cariño, por tu disponibilidad y altÃsima profesionalidad en todo momento, por entender mi sufrimiento. No tengo palabras. – Paloma