Superar una ruptura de pareja puede convertirse en una situación más o menos compleja en función de numerosos factores como el motivo o los argumentos que llevan a la ruptura, quién de las dos partes toma la decisión, la existencia de hijos o no, lo inesperado de la decisión, la existencia de apoyo de amigos y familiares, los recursos económicos y la estabilidad material, etc.
En cualquier caso, la ruptura de una pareja y la separación o divorcio producen en quienes la sufren la sensación de fracaso.
Si comparamos la ruptura de pareja o duelo vincular con la pérdida por fallecimiento de la pareja, esta última está socialmente mucho más regulada. Salvo raras excepciones, cuando una persona pierde su pareja por fallecimiento, no sólo cuenta con el apoyo de familiares y amigos sino que las normas a seguir en cada momento están claramente establecidas en el marco social y cultural.
La separación como proceso de duelo
La ruptura de una relación de pareja es un acontecimiento vital que genera una pérdida y en consecuencia un proceso de duelo.
En un primer momento puede haber una cierta sensación de liberación al sentir que por fin se pone fin al conflicto o que finalmente se ha tomado la decisión de dar el paso para acabar con una situación insoportable o de continuos desencuentros, pero posteriormente comienzan las dudas sobre si se ha acertado en la decisión, apareciendo la culpa, la sensación de haber fallado y el sentimiento de pérdida.
Todas las personas llevamos a cabo duelos cuando se produce una pérdida dolorosa, ya sea ésta una ruptura, un cambio de trabajo, una muerte o mudarnos a una nueva casa, por ejemplo. Obviamente, cada duelo tiene un significado diferente, una intensidad distinta e implican en nuestra trayectoria vital una mayor o menor trascendencia.
Ante una separación de pareja, realizamos un duelo que nos afecta en diferente medida, pues aunque son dos las personas implicadas, rara vez ambas se encuentran en situaciones parecidas. Generalmente es uno de los miembros de la pareja el que lo vive como un paso adelante, mientras que el otro no.
Con frecuencia en las separaciones el proceso de duelo comienza antes de la ruptura, cuando comenzamos a presentir que no hay forma de recomponer la relación y llega la sensación de pérdida inminente, pero en la mayoría de los casos solemos resistirnos a tomar la decisión, fundamentalmente por pena, miedo e incertidumbre.
Un dolor necesario y un sufrimiento opcional
Una de las claves para superar una ruptura de pareja es comprender que el dolor de la pérdida es inevitable. Asumir esto implica aceptar la tristeza lógica en toda pérdida, unidad a cierta ansiedad por lo que acontecerá en el futuro, sin que éstas lleguen a ser desectructurantes.
Elaborar el duelo para superar una ruptura de pareja adecuadamente implica poder llegar a comprender que nosotros también somos responsables de la situación y de cómo hemos contribuido al conflicto, evitando caer en sensaciones de culpa estériles. Desde una posición de responsabilidad podemos tomar una actitud más activa, aprendiendo de nuestra experiencia para futuras relaciones.
Al igual que ocurre con la culpa, el sufrimiento provocado por la culpa o por los pensamientos obsesivos sobre «lo que se podría o se debería haber hecho en tal o cual situación» impiden que en ocasiones elaboremos correctamente el duelo.
El sufrimiento aparece cuando el dolor se cronifica ante la dificultad de aceptar la pérdida- Sentimos que no conseguimos avanzar ni superar la ruptura de pareja. La tristeza se hace intensa y la ansiedad se instala en nuestro día a día. Sentimos que nos resulta imposible olvidar e inaceptable el tener que despedirnos de lo perdido.
Superar una ruptura amorosa: Etapas del duelo
Superar una ruptura de pareja pasa por diferentes etapas:
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- Un primer momento de negación donde podemos sentirnos aturdidos por la noticia y donde creemos que se trata de una pesadilla: «no puede ser»
- Reacción emocional tras la aceptación de la separación. Es en este momento cuando experimentamos emociones alternantes como la tristeza, la rabia, la culpa.
- Progresivamente vamos reacomodando a la persona perdida dándole un significado más realista y desprovisto de la carga emocional anterior, con la renuncia a la concepción de nuestro mundo con ella.
- Esto implica comenzar a reajustar nuestra realidad asumiendo la pérdida para finalmente
- Volver a relacionarnos con el entorno y con el resto de las personas con interés
Terapia de duelo con EMDR
Superar una ruptura de pareja puede requerir en ocasiones la ayuda de un profesional. Una de las técnicas más efectivas que se mostrado más efectiva para trabajar este problema es EMDR.
Entre las VENTAJAS que ofrece frente a otras técnicas tradicionales están:
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- Disminución del tiempo de elaboración de la ruptura
- Facilita el procesamiento adecuado de los elementos más traumáticos
- Disminuye el dolor asociado a la ruptura
Los profesionales del Equipo de Psicólogos de CENTRUM estamos especializados en EMDR y contamos con experiencia en la terapia del duelo para superar una ruptura de pareja.