Existe un trastorno de la alimentación muy poco conocido pero con graves consecuencias para la salud: la megarexia. Las personas que tienen anorexia se miran al espejo y se ven obesas, aunque sufran una delgadez extrema, en el lado opuesto se encuentra la megarexia, un trastorno en el que los obesos no sólo no perciben el exceso de peso si no que, además, se ven delgados y sanos. Quienes sufren megarexia no practican ningún tipo de ejercicio y su dieta se basa en alimentos poco o nada saludables. Al «comer mal» estas personas suelen tener carencias de vitaminas y minerales, la falta de nutrientes provoca una alteración bioquímica en el cerebro, similar al de las personas con anorexia de modo que los megaréxicos no son conscientes de que sufren una enfermedad. De hecho, algunos datos apuntan a que por cada persona con anorexia, diez tienen megarexia.
Como psicóloga experta en trastornos de la alimentación, Francesca Román fue invitada a Saber Vivir de Rtve 1. Nuestra directora explicó cómo las personas con megarexia tienen sobrepeso y se ven delgadas y cómo al no tener conciencia de las dimensiones de su cuerpo, progresivamente van comiendo más, pudiendo acabar con los graves problemas de salud que conlleva la obesidad. El trabajo del psicólogo con pacientes de megarexia se basa en corregir esa distorsión de la autoimagen y el comenzar a relacionarnos con la comida de un modo saludable con un tratamiento psicológico para la obesidad.
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